Pollos para el sector de la cocina
En el sector de la cocina, el pollo es sinónimo de versatilidad. No hay demasiados productos que se adapten a los numerosos métodos de preparación culinarios. ¡Pero el pollo, sí!
Puedes prepararlo al horno, a la plancha, freírlo en abundante aceite, cocinarlo a la plancha, en una cazuela, al vacío, al vapor, ahumarlo, guisarlo, curarlo...
Una de las mayores ventajas del pollo reside en su sabor neutro y natural. Ello te permite decidir qué sabores e intensidades encajan mejor con tus clientes y consumidores. Puedes innovar, añadirle picante y ajustar los sabores a tu gusto.
Te da una versatilidad extraordinaria en el proceso culinario para aquellos clientes y consumidores que te piden variedad.

El pollo y la salud
El pollo es una alternativa sana comparada con muchos otros tipos de carne.
La razón es que el pollo contiene un equilibrio natural de grasas saturadas y no saturadas.
El pollo, además, presenta otras ventajas: un alto contenido proteico, la presencia de antioxidantes, de minerales y de prácticamente todas las vitaminas B.
Consejos
- Cómo manipular el pollo en la cocina
- Descongela el pollo en la nevera o guárdalo en ella
- Tira inmediatamente el embalaje y refrigéralo por separado
- Lávate las manos después de tocar el pollo
- Usa tablas y cuchillos distintos
- Lava y desinfecta los utensilios
- Cocina muy bien el pollo, a 75 ºC o hasta que su jugo salga claro
- Guarda siempre el pollo crudo tapado y refrigéralo por separado
Tres consejos de higiene
1. Caliéntalo (75 grados)
2. Enfríalo (de 65 a 10 grados máximo 3 horas y luego mételo en la nevera a 5 grados máximo)
3. No propagues las bacterias (buena higiene de manos)